Reflejos, coordinación y rapidez

El béisbol es una modalidad que resulta muy exigente en cuanto al estado de los reflejos -los cuales se necesita tenerlos desarrollados-. También hay que disponer de rapidez y fuerza en los brazos. Uno de los beneficios más conocidos que se producen merced a la práctica de este deporte es la quema de calorías. Se calcula que en el béisbol se efectúa una quema de cerca de 300 calorías por hora de juego. Al disminuir las grasas, se mejora además la figura y la salud de quienes se dedican a este deporte. La práctica de esta especialidad puede resultar muy útil en la prevención de enfermedades cardiovasculares, así como también para tener una buena condición física.

En el aspecto muscular se desarrollan diferentes zonas

del cuerpo como el abdomen, las piernas,

los antebrazos y las muñecas.

Todo ello, gracias a los movimientos que tienen lugar en todo momento de esta práctica deportiva cada vez más practicada. Se desarrolla, por tanto, una gran flexibilidad en los músculos. Las personas que juegan al béisbol aprenden a trabajar en equipo, fortalecen sus lazos de amistad y la capacidad para comunicarse, adquiriéndose la necesaria disciplina y el respeto. Los jugadores adquieren también un comportamiento competitivo y fortalecen la confianza en sí mismos.

Al jugar al béisbol se puede obtener una buena resistencia, ya que hay que correr, también batear y estar muy atento, por lo que favorece la concentración y la rapidez de reflejos anteriormente citada. Por tanto, el béisbol desarrolla las capacidades motrices, la formación de los músculos y ejercita todo el cuerpo. Y evita la obesidad y el sedentarismo. En resumen, es ideal para perder peso, ayuda a llevar un estilo de vida saludable, mejora la coordinación y la flexibilidad, combate el estrés, ayuda a mejorar la concentración y el sistema cardiovascular, quema calorías y grasas, tonifica el cuerpo, aumenta la resistencia física, genera bienestar y es muy divertido.