Por
Belkis Salazar
Una divertida manera de favorecer el desarrollo sensorial de los niños es a través de un recurso fácil y muy sencillo de realizar: las bolsas sensoriales, ellas nos permite explorar a través del tacto, la visión, el oído y hasta el olfato.
Con ellas podemos estimular la creatividad, el lenguaje y la lógica, en fin… las posibilidades son múltiples y las podemos adaptar dependiendo del interés específico que necesitemos, de tal forma que podemos con ellas manipular texturas, buscar objetos escondidos, sentir temperaturas, esparcir o seguir patrones.
Cómo las podemos realizar?
Lo primero es buscar el material necesario:
-Bolsa ziplock
-Cinta adhesiva
-Materiales para rellenar- fichas, botones, cauchitos, plumas, arenilla, caracoles, pompones, hojas secas etc.
-Un Líquido que puede ser gel, jabón líquido.
Y lo siguiente es colocar el líquido en la bolsa y luego introducir el material seleccionado, finalmente sellamos con la cinta para evitar que se salga algo del contendido.
Finalmente disfrutemos con los niños de la exploración de las bolsas sensoriales, pueden pegarlas al piso, a una mesa o dejarlas sueltas, recuerda que todo depende de lo que necesites o quieras estimular.